Esta peculiar planta, es originaria de México y crece de forma endémica en áreas secas de Nuevo León, hoy se encuentra esparcida de forma silvestre, prácticamente en toda América. Es reconocida por diseñadores y jardineros por sus excelentes cualidades decorativas, siendo ideal para embellecer jardines y decorar interiores. Es considerada como suculenta, debido a que sus hojas son muy gruesas, lo que le permite resistir la sequía.
Salta a la vista el aspecto lanoso de sus hojas y tallos, recubiertos por unos finísimos pelos blancos, esta vellosidad protege a la planta de los rayos del sol y de la perdida de agua. También florece abundantemente en verano, con flores de un brillante y delicado color púrpura rosado.
No requiere de mayores cuidados, por lo general crece en suelos húmedos y bien drenados y requiere estar expuesta en espacios soleados, sin embargo evitando los rayos directos del sol. Su propagación puede hacerse cortando, plantando en el suelo o en agua y por semillas.
Su principal enemigo es el exceso de agua, durante el verano se riega con frecuencia, pero no durante el invierno, además se debe evitar mojar las hojas al regarlas. También es recomendable el chequeo frecuente, si sus hojas pierden color o toman una forma retorcida, debe colocarse en un lugar soleado, pero donde no reciba los rayos del sol directamente.
También es susceptible al ataque de los pulgones y la cochinilla harinosa que afecta principalmente las hojas, produciendo en ellas la aparición de una especie de manchas, ambos pueden eliminarse fácilmente con algún producto especializado.